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En este caso es cierto eso de que una imagen vale mas que mil palabras, navegando por la red he encontrado hoy esta imagen... y qué decir de ella cuando habla por si sola.
Esto es lo que apodamos cuchilla en el mundo de las motos, cuchilla, por razones obvias porque es la definición que como puede verse más define este tipo de elemento situado en casi todas las carreteras.
¿Quitamiedos?... Ahora imaginemos, tu vas circulando con tu bicicleta, motocicleta o automovil por una carretera pierdes el control y sin poder evitarlo colisionas contra uno de estos postes... a ti, ¿de verdad se te va el miedo?.
¿Guardarrailes? No cabe duda que si, t frenan de salirte de la arcen de la calzada pero ¿a que precio?
PONGAMOS SOLUCIONES YA, CADA DÍA SIGUEN REPONIENDO CUCHILLAS EN LAS CARRETERAS... PAREMOS ESTA LOCURA E INTENTEMOS CAMBIAR POR OTRAS MAS ADECUADAS LAS ANTIGUAS.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MOVILIZATE!!!!!!!!!!!!!!!
Este es el tema supongo que esta presente en todas las cabezas de los moteros que no la hemos perdido. Aunque quiero contaros mi opinión prefiero primero leais lo que he encontrado sobre el tema para que con toda la información podais crearos buenos argumentos en vuestra lucha.
A aquellos que no escuchan el problema, solo porque en los recintos donde conducen sus motocicletas no tienen los peligros que otros nos encontramos en las carreteras, espero seais capaces de una vez por todas de protestar junto a nosotros en el futuro. Los guardarrailes no hacen distinciones ni piloto profesional, ni automovilista, ni ciclista... la cuchilla solo entiende de sufrimiento, dolor y muerte. Espero reflexioneis sobre ello y seais capaces de apoyarnos.
Seguro que muchos ya la conoceis y a pesar de que suene a broma el quitamiedos solo sirve, en casi todos los casos, como trampa mortal para la gente que se accidenta contra ellos y esto hace que su función sea ahora la de sustentar los cientos de ramos de flores que recuerdan cada una de las victimas que han costado.
Se levanta… hace poco que ha comenzado a despuntar el sol. Aun sin casi despertar comienza su ritual.
Busca en el armario: la camiseta, los pantalones, la cazadora, las botas…y un pañuelo al cuello porque el viento puede volverse traicionero.
Con sonido semejante al de la vieja chatarra baja despacio las escaleras y al terminarlas clava su mirada en ella.
Hace tiempo que la buscaba, ocupaba sus pensamientos, había oído hablar de ella, algunos de sus amigos habían conseguido salir con ella y ahora después de tantos anhelos era por fin suya, podía disfrutarla; oler su aroma, sentir su tacto, escuchar su sonido, es suya y ahora piensa gozarla.
Al subirse encima enciende el contacto; por si esta fría, por si se cala… fin tiene su moto, coge su casco, sus guantes y se marcha.
Llega al bar, son las nueve de la mañana, allí le esperan sus amigos con el resto de maquinas (alguno hay que aun anda poniendo gasolina – a ultima hora para no variar la rutina). Hoy es un día especial, estamos todos, cada uno de un color, con una moto distinta pero… tienen mucho en común todos comparten su afición, todos sueñan a cada curva con superar la siguiente, todos tiene familia y amigos que esperan al llegar a casa.
“¡¡Cuídate mucho!!” Se oía desde el cuarto una voz despertada por el ruido de chatarra.
Y ahora se encamina hacia una nueva aventura. Cada día es distinto aunque no varíe el sitio. Deja atrás las largas rectas y empieza a ratear.
Y puede salir bien… el almuerzo, unas risas…vuelta a casa y a comer.
O puede salir mal, caras de preocupación la larga espera, un brazo o un a pierna ¿Quién sabe? Y la ambulancia no llega.
Pensabas que no era tu día, que todo estaba bajo control que nunca llegaría, pero el hielo, algún descerebrado, la velocidad o tal vez la niebla se han cruzado en tu camino.
“¿Por qué no regresa?” Espera mientras por dentro de temor se llena. “¿Habrá pasado algo?”
La curva se queda con una parte de ti en el mejor de los casos con tus miedos.
Pero a veces el precio es muy caro, hay gente que te espera, que pierden con la tuya sus vidas en una fatídica cuneta.
Y formas parte de los números, hay gente que no se da cuenta… no son velocidades, ni locos…en su mayoría ni siquiera imprudentes. En todo caso son vidas y no cifras como nos cuentan.
Pero hoy es un buen día al llegar de vuelta, despedida… solo queda esperar la próxima salida. Volver a estar con los amigos, comienza el ritual como cada domingo.
